La popular revista "Rolling Stone", ha publicado un reportaje con la guapísima Emilia Clarke (alias Daenerys Targaryen), la rubia con más huevos de "Juego de tronos", “Me paso el rato pidiendo que me retoquen el culo, para que no se vea tan grande. Y me preguntan: ‘¿Quieres otro dragón o un culo más pequeño?". Así fue la transformación de la pequeña y delicada actriz británica en Daenerys Targaryen.
- Durante la grabación de una escena de la tercera temporada de Juego de tronos, Emilia Clarke (alias Daenerys Targaryen, Madre de Dragones; Khaleesi, Reina de los Andalos; y Señora de los Siete Reinos) se sintió molesta. Khaleesi podía haber estado dándole un repaso a los Inmaculados, un feroz ejército de esclavos dispuestos a perder sus pezones sin decir ni pío, pero los “sobreexcitados marroquíes” que interpretaban a los soldados andaban ocupados dándole un repaso a la bella británica de 26 años y a su igualmente bella compañera Nathalie Emmanuel. Y silbando. Era un momento que requería una elegante intervención. “Básicamente, cuando las cámaras no estaban grabando, me aseguraba de clavar la mirada en cada uno de ellos, hasta que se dieran cuenta de que éramos una fuerza a tener en cuenta. El que fuéramos chicas no significaba que no pudiéramos ser unas cabronas”, cuenta Clarke. Sin decir una palabra, su táctica los metió en cintura:“Subestimaron la intensidad y la ferocidad de la mirada de una mujer”. El productor ejecutivo D. B. Weiss añade, al contar esta historia: “Luego volvió a la tienda y se tiró 10 minutos hablando sobre lo divertido que sería si, en una escena posterior, su personaje se tirase un pedo en la bañera”.
Foto: Sebastian Kim |
- Con su poco más de metro y medio de estatura, Clarke (Londres, 1987) no parece tan imperiosa en su pequeño camerino del Cort Theatre de Nueva York, donde actualmente interpreta a la chica de vida alegre Holly Golightly en una nueva producción de Broadway de Desayuno con diamantes,el clásico de Truman Capote. Un año después de acabar sus estudios en el Drama Centre de Londres, Clarke había tenido “tres magníficos empleos –de camarera, en un locutorio y en un bar–, vaya, lo normal”, cuando recibió la noticia de que había conseguido una prueba en HBO. “Pensaba: ‘No hay manera de que vaya a conseguir este papel”, recuerda. Y, aun así, unas semanas más tarde estaba en un avión de camino a Los Ángeles (“me llevé todo el té de la sala de primera clase, porque nunca había viajado en business”, reconoce) para una prueba de cámara. “Vimos a muchas, muchas actrices para el papel de Dany”, explica el productor ejecutivo David Benioff: “Pero en el currículum de ninguna otra actriz de veintipocos años se indicaba ‘reina guerrera’ como experiencia. Y cuando estábamos empezando a desesperarnos, apareció el vídeo de la audición de Emilia, y ahí estaba. No hubo lugar a dudas. Era una persona a quien la gente seguiría hasta el fin del mundo”. "Al ver en v´deo la audición de Emilia no hubo dudas", dice el productor: "Era alguien a quien la gente seguiria al fin del mundo"
- Cubierta con una impresionante peluca rubia –y, normalmente, nada más–, sin duda las curvas de Clarke convencieron a una legión de tíos que, generalmente, evitarían el género fantástico. Sin embargo, grabar las escenas de sexo ha resultado ser, según afirma, sorprendentemente entretenido. Hay una especialmente fuerte entre Clarke y Jason Momoa, quien interpretaba a su marido, el caudillo Dothraki Kahl Drogo. “Sólo se ve la imagen de su precioso culo hawaiano y a mí muy asustada y con aspecto vulnerable, cuando en realidad estoy mirando a un enorme calcetín rosa, brillante y suave que lleva puesto”, explica Clarke.
- Sin los rizos rubios de Daenerys, Clarke aún puede pasar un poco desapercibida. “Voy andando con mis amigas y, de repente, me dicen: ‘Oh Dios, alguien te ha reconocido’. Y yo les pregunto: ‘¿En serio? ¿Es guapo? ¿Está soltero?”, relata. En general, parece que no acaba de entender el poder que ejerce sucuerpo de reloj de arena inmortalizado por HBO. “Me paso el rato pidiendo que me retoquen el culo, para que no se vea tan grande. Y me preguntan: ‘¿Quieres otro dragón o un culo más pequeño? O una cosa o la otra, Emilia’”. Sonríe. “Mierda. Mete el dragón”, añade.
Fuente: Rolling Stone
Por Alex Morris.
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