Los lobos huargo empezaron siendo seis... y ahora hay muchos, muchos menos. Rescatados por los niños del clan Stark en el primer episodio de Juego de tronos, han ido perdiendo importancia en la serie con cada episodio.
De hecho, los últimos en caer han sido Peludo, la mascota de Rickon Stark, y Verano, el amigo de Bran. Tras mucho tiempo ausente en la serie, nuestro reencuentro con Peludo ha consistido en ver su cabeza ensartada en un gancho, por cortesía del malvado Ramsay y sus secuaces. En cuanto a Verano, ha regresado al show para dejarse masacrar por los Caminantes Blancos. Ambos sucesos, conviene señalar, no están en la historia original de George R. R. Martin.
Así pues, en la serie, el único que sigue coleando es Fantasma, el compañero blanco y silencioso de Jon Nieve.
Y el caso más interesante es el de Nymeria: la loba de Arya que fue echada al monte para salvarle la vida, y desde entonces no se ha vuelto a saber de ella en la serie.
Repasemos cómo han ido cayendo los demás: Dama, la loba de Sansa pasó a mejor vida a manos del propio padre de su dueña, por culpa del pérfido Joffrey. La última vez que vimos a Viento Gris fue con su cabeza cosida al tronco de su dueño Robb, demostrando el estilo del clan Frey para organizar bodas. Ambas muertes sí pueden leerse en la novela.
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